domingo, 4 de enero de 2009

Ética para pervertidxs (2)


"Tenemos una palabra para designar a la gente que no es capaz de distinguir entre fantasía y realidad: les llamamos "locxs".

A veces es tentador el intentar evadirse de los límites entre el juego y el mundo real. (...) El representar esos roles puede ser muy satisfactorio durante una sesión , o incluso durante más tiempo —pero si has estado representándolos durante tanto tiempo que has olvidado como funcionar fuera de tu rol, te avisamos que puedes estar jugando con fuego: la naturaleza de la vida es cambiar, la gente necesita crecer, y el rol que te funciona hoy puede ser un serio problema para tí el próximo año o incluso la semana que viene.

Como hemos dicho, el BDSM nos permite comportarnos de una manera que es inaceptable en el mundo real. El ser dependiente y pegajosx, pasivx y sin límites, una persona manipuladora y a escondidas, ser una persona mandona y cruel. De todos modos, si te ves incorporando esas características en tus relaciones fuera de una situación pre-negociada, es algo no consensuado y enfermizo. Trabaja sobre esos problemas en el despacho de unx terapeuta; no en una mazmorra.


Nosotras mantenemos que no existen las fantasias políticamente incorrectas: si los violadores brutales, las ninfómanas voraces, los esclavos debiluchos o las amazonas dominantes son lo que te excita, vete a por ello —dentro de una sesión pre-negociada. Por ejemplo, puede que desees jugar con estereotipos inaceptablemente machistas. (Dossie dice "Una de las cosas que perpetúa el machismo es que es sexy"). Si, de todos modos te encuentras a ti mismx tratando hombres o mujeres de acuerdo con esos estereotipos fuera de una sesión, estás actuando de una manera enfermiza y no consensuada, y eso te costará amigxs y compañerxs de juego".

Fuente: Traducción de "The New Bottoming Book". Pags. 10-11.
© 2001 Dossie Easton y Janet W. Hardy, "The New Bottoming Book". Greenery Press.

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