viernes, 9 de enero de 2009

¿Somos raritxs? (segunda parte)


Características demográficas y psicosociales de los practicantes de Bondage y Disciplina, "Sadomasoquismo” o Dominación y Sumisión (BDSM): Datos de una encuesta nacional

Richters J, de Visser RO, Rissel CE, Grulich AE, Smith AM


Como adelanté en el último post pocos son los estudios que analizan las características demográficas, sociales y psicológicas de las personas que forman parte de la comunidad BDSM. Y tampoco se conoce el porcentaje de la población que lleva a cabo alguna práctica BDSM.

En Julio del 2008 se publicó un estudio poblacional cuyo objetivo era investigar la relación entre el comportamiento sexual y las prácticas BDSM. Se partió de la siguiente hipótesis: "las prácticas de BDSM son realizadas por personas con historia previa de coerción sexual, dificultades en las relaciones sexuales y/o con problemas psicológicos".

La población del estudio fue la australiana. Se obtuvo una muestra representativa de la población australiana constituida por 19.307 personas de 16 a 59 años de edad a las cuales se les pasó una encuesta telefónica durante el periodo 2001-2002.

Las variables que se estudiaron eran factores demográficos, psicosociales, comportamiento y tendencia sexual y variables relacionadas con dificultades sexuales.


LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO


El 1,8% de la población australiana sexualmente activa, afirma haber mantenido prácticas de BDSM durante el último año. Si estratificamos por sexo, el porcentaje de hombres que mantienen prácticas de BDSM es mayor que el porcentaje de mujeres, 2,2% y 1,3% respectivamente.

Por condición sexual, en las personas homosexuales (hombres o mujeres) y las personas bisexuales existe mayor porcentaje de práctica que en las personas de condición heterosexual.

Las personas que habían mantenido prácticas de BDSM tenían mayor probabilidad de:
- Practicar sexo oral y/o anal
- Haber tenido más de una pareja en el último año
- Haber mantenido relaciones sexuales con una persona diferente a su pareja habitual
- Haber mantenido sexo por teléfono
- Visitar páginas web relacionadas con el sexo
- Ver películas de video de temática pornográfica
- Utilizar juguetes sexuales
- Participar en un grupo de sexo
- Practicar la estimulación manual del ano, realización de fisting y beso negro.

Sin embargo, no es más probable que hayan sido obligados a mantener actividad sexual, ni que tengan más dificultades sexuales. Y en relación a los problemas psicológicos, los hombres que practicaron BDSM tuvieron una puntuación significativamente más baja en una escala de angustia psicológica que los hombres que no mantuvieron estas prácticas.

Como conclusión del estudio, los resultados obtenidos apoyan la idea de que las prácticas de BDSM no son más que un interés sexual o una subcultura atractiva para una minoría de la población, y estas prácticas no se relacionan con problemas psicológicos, ni con problemas de abusos en el pasado o con dificultades en las relaciones sexuales.

¿Pensáis que ciertas prácticas que comentan los autores realmente son más frecuentes en la población BDSM (ej. sexo telefónico, visitar páginas web) o podría ser que la población NO BDSM responda a estas preguntas con un NO?

Y si dividimos a la población por condición sexual en: homosexual, bisexual y heterosexual, ¿realmente existen diferencias significativas entre los que practican BDSM y los que no practican, en cada grupo, para la variable "haber mantenido relaciones sexuales con una pareja diferente a la habitual"?

Fuente: Richters J, de Visser RO, Rissel CE, Grulich AE, Smith AM. Demographic and psychosocial features of participants in bondage and discipline, "sadomasochism" or dominance and submission (BDSM): data from a national survey.J Sex Med. 2008 Jul;5:1660-8.

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