LA OBSERVACIÓN 61: “ Dolor e infertilidad causada por un pene demasiado largo”
Como adelanté la semana pasada Guilhelmius Fabricius Hildanus (1560–1634) ha sido considerado durante el siglo XVII-XVIII una autoridad en el área quirúrgica. Describió 600 observaciones sobre casos clínicos además de establecer para cada uno un tratamiento médico o una intervención quirúrgica.
El caso de hoy, corresponde a la observación 61 de su libro Observationum et curationum chirurgicarum centuriae I–VI. La traducción que os presento corresponde al texto original del cirujano:
“Un noble de constitución robusta y saludable estaba casado con una noble, preciosa y energética mujer que –durante dos años de vida matrimonial- no sólo presentaba infertilidad sino que también iba perdiendo la salud.
La madre de la mujer, de vez en cuando le preguntaba a la hija la causa de su enfermedad, obteniendo siempre la misma respuesta: EL EXCEPCIONAL TAMAÑO DEL PENE DE SU MARIDO que durante la pasión desenfrenada no sólo le producía un enorme dolor sino que bastante tiempo después de la relación sus partes íntimas continuaban doloridas.
La madre al observar la entrada del útero cubierto de úlceras, me trajo a su hija a Colonia, en 1593. Yo la consulté y entendí, a través de la madre, todos los detalles de la enfermedad de su hija. Yo le aconsejé que debería negarle a su marido la relación sexual, de esta manera purificaría su cuerpo durante un tiempo. Instruí a la madre para que dos o tres veces al día introdujera una pomada (elaborada a base de hierbas) en la vagina y en la entrada del útero.
La enfermedad curó debido a estas medidas, sin embargo la ansiedad que tenía la mujer por el sufrimiento anterior, no había pasado. Por tanto le di un consejo. Antes de la relación sexual, su marido debía cubrir su miembro con un revestimiento hecho de corcho cubierto de lino y lana y este dispositivo evitaría la penetración profunda del pene.
Con este dispositivo de corcho no sólo la mujer no sentía dolor, sino que le comenzó a fascinar las relaciones sexuales y esto se comprobó por el posterior resultado: ella se quedó embarazada muy pronto y dio a luz una preciosa niña que llegué a ver en 1611.
Importantes enfermedades pueden ser prevenidas por medidas sencillas, porque en este caso, sin duda alguna, estas úlceras fueron la consecuencia del problema.
Este es el dibujo de un dispositivo masculino con bandas que se atan en la espalda. El tamaño de este dispositivo debe estar determinado por el tamaño del cuerpo y por el tamaño del miembro.”
El dolor que las mujeres podemos tener durante o después de las relaciones sexuales se denomina DISPAREUNIA y el próximo día 30 de Enero se explicará qué causas provocan este dolor y daré consejos sobre cómo evitarlo sin tener que llegar a utilizar el dispositivo de Hildanus.
El caso de hoy, corresponde a la observación 61 de su libro Observationum et curationum chirurgicarum centuriae I–VI. La traducción que os presento corresponde al texto original del cirujano:
“Un noble de constitución robusta y saludable estaba casado con una noble, preciosa y energética mujer que –durante dos años de vida matrimonial- no sólo presentaba infertilidad sino que también iba perdiendo la salud.
La madre de la mujer, de vez en cuando le preguntaba a la hija la causa de su enfermedad, obteniendo siempre la misma respuesta: EL EXCEPCIONAL TAMAÑO DEL PENE DE SU MARIDO que durante la pasión desenfrenada no sólo le producía un enorme dolor sino que bastante tiempo después de la relación sus partes íntimas continuaban doloridas.
La madre al observar la entrada del útero cubierto de úlceras, me trajo a su hija a Colonia, en 1593. Yo la consulté y entendí, a través de la madre, todos los detalles de la enfermedad de su hija. Yo le aconsejé que debería negarle a su marido la relación sexual, de esta manera purificaría su cuerpo durante un tiempo. Instruí a la madre para que dos o tres veces al día introdujera una pomada (elaborada a base de hierbas) en la vagina y en la entrada del útero.
La enfermedad curó debido a estas medidas, sin embargo la ansiedad que tenía la mujer por el sufrimiento anterior, no había pasado. Por tanto le di un consejo. Antes de la relación sexual, su marido debía cubrir su miembro con un revestimiento hecho de corcho cubierto de lino y lana y este dispositivo evitaría la penetración profunda del pene.
Con este dispositivo de corcho no sólo la mujer no sentía dolor, sino que le comenzó a fascinar las relaciones sexuales y esto se comprobó por el posterior resultado: ella se quedó embarazada muy pronto y dio a luz una preciosa niña que llegué a ver en 1611.
Importantes enfermedades pueden ser prevenidas por medidas sencillas, porque en este caso, sin duda alguna, estas úlceras fueron la consecuencia del problema.
Este es el dibujo de un dispositivo masculino con bandas que se atan en la espalda. El tamaño de este dispositivo debe estar determinado por el tamaño del cuerpo y por el tamaño del miembro.”
El dolor que las mujeres podemos tener durante o después de las relaciones sexuales se denomina DISPAREUNIA y el próximo día 30 de Enero se explicará qué causas provocan este dolor y daré consejos sobre cómo evitarlo sin tener que llegar a utilizar el dispositivo de Hildanus.
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