martes, 31 de marzo de 2009

¿Qué opina la ciencia? ( I )

Una introducción al sadomasoquismo (SM)

"Se estima que un 10% de la población adulta de EEUU participa en algunas actividades de contenido sadomasoquista (Moser y Kleinplatz 2006), aunque se desconoce con precisión el porcentaje real de practicantes debido a variaciones en definiciones de SM entre países y entre los diferentes estudios científicos. De manera global, los científicos sociales se hacen preguntas sobre la población SM, sobre sus comportamientos, sus creencias y sus vínculos con la industria sexual.

Haciendo un pequeño recordatorio de la evidencia histórica, (5th–6th century treatise on
sexuality, the Kama Sutra; Klaf 1964) se sabe que el SM ya fue practicado en culturas pre-modernas (Gross 2006; Moser y Levitt 1987; Tannahill 1980; Weinberg y cols. 1984) Los términos sadismo y masoquismo se utilizaron por primera vez de manera “científica” hace 150 años por el psicoanalista y sexólogo Richard von Krafft-Ebing (1840–1902) que definió estos conceptos como “perversiones sexuales”.

Krafft-Ebing estableció el sadismo y el masoquismo como fenómenos opuestos: los individuos sádicos conseguían el placer infligiendo crueldad o castigos, mientras que los individuos masoquistas obtenían el placer al someterse al dolor o a la fuerza ejercida por otro (Krafft-Ebing 1886)

Sigmund Freud (1856-1939), posteriormente argumentó que el sadismo y masoquismo
eran conductas estrechamente relacionadas, y que se podían dar en una “persona normal” (Freud 1938) Freud consideraba el SM desde un punto de vista patológico y lo establece como una “perversión del instinto sexual”.

El sexólogo inglés Havelock Ellis (1859–1939) denominó al SM como ‘algolagnia’ (excitamiento sexual por dolor) (Ellis 1903; Crozier 2004) Estaba de acuerdo con Freud en que el SM se podía practicar en las relaciones sexuales adultas como “estados emocionales complementarios”, pero no estaba de acuerdo en que el SM infligiera únicamente crueldad y castigo (Bullough 1994; Kamel y Weinberg 1995) Ellis examinó los comportamientos sexuales a través de una visión más relativista y trató de separar la mayoría de los comportamientos sexuales de la patología. Mientras Ellis no usaba el término de “perversión”, (Weinberg and Kamel 1995, 19), otras voces más fuertes como la de Freud, influyeron muchísimo en la idea que se tiene hoy en día del SM de verlo como una patología, (Bullough 1994; Moser y Kleinplatz 2006)

Estos prematuros sexólogos han influido de manera muy importante en la percepción contemporánea del SM (Rathbone 2001) de manera que se ve reflejada su visión en la clasificación internacional de enfermedades tanto en la americana ( The Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders from the American Psychiatric Association) como en la europea (The International Classification of Diseases from the World Health Organization; Connolly 2006; Kleinplatz y Moser 2007; Langdridge 2006; Reiersøl y Skeid 2006; Taylor y Ussher 2001)

No todos los escritos sobre SM se han tratado desde el punto de vista del psicoanálisis o se le ha dado un enfoque médico. Sin embargo, llevará décadas el introducir el SM como un concepto de comportamiento social. (Langdridge y Butt 2005; Weille 2002; Weinberg y Kamel 1995). Un cambio del concepto se produjo cuando el antropólogo Paul Gebhard (1969, 1995) escribió un ensayo sobre SM y el fetichismo posicionándolos en un contexto cultural más que un contexto médico o psicológico, proporcionando así una visión más amplia. En este ensayo, Gebhard (1969, 1995) establece claramente que el SM no es una práctica universal, pero es "incrustado en nuestra cultura debido a que nuestra cultura opera sobre la base de relaciones de dominión-sumisión "

La perspectiva cultural también fue propuesta por John Noyes, y feministas como Lynn Chancer que sostienen que una "dinámica de sadomasoquismo" existe en la vida social (Chancer 1992, 2000; Williams, 2002). Chancer (2000) explica que la expresión sexual de SM no existe sin un corolario, la opresión sexual. Existe una "cultura sadomasoquista" y al mismo tiempo, hay personas con deseos sadomasoquistas."

Continuará…

Fuente: Kathleen Guidroz. Are You Top or Bottom?. Social Science Answers for Everyday Questions about Sadomasochism Sociology Compass 2/6; 2008: 1766–1782.

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