Hay dos tipos de consciencia sumisa (o estados sumisos):
(probablemente muchos más, pero es de dos de los que queremos hablar).
A. La persona dominada es una especie de tabula rasa, de hoja en blanco que está esperando a que se ponga algo en ella.
En ese estado, es obediente, receptivx, sin preocupaciones sobre si lo está haciendo bien o no, porque se le dice exactamente lo que tiene que hacer. A veces esa receptividad se debe a que te hagan cosas sin que tú puedas hacer nada, como en una escena de bondage: esto permite concentrarse mucho, libre de distracciones, en las sensaciones y emociones entre tú y tu dominante.
En este caso te entregas tu mismx a otra persona de manera tan completa que te dejas a tí mismx fuera.
B. La persona dominada disfruta siendo complaciente, siendo servil.
El placer viene de que se reconozca cómo lo hace, que se le agradezca, se le acaricie, se le premie por lo bien que lo hace.
En este caso te entregas para ponerte al servicio de los objetivos de alguien sin tener tú ninguno. Esa entrega puede volverse un estado meditativo, calmado, en sintonía, con serenidad.
Ten en mente esa diferencia de estados cuando estés negociando una sesión.
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Fuente: Extractos traducidos de "The New Bottoming Book". Pags. 89-90. © 2001 Dossie Easton y Janet W. Hardy, "The New Bottoming Book". Greenery Press. NO está traducido todo el texto, sino algunas partes. Para tener toda la información recomendamos, si se sabe inglés, adquirir el libro vía internet
Fuente imagen: Flickr Creative Commons
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