domingo, 7 de junio de 2009

SESIONES: Bondage (4): Seguridad


Es posible, aunque poco habitual, el herirse si tu y tu dominante no tenéis cuidado con el bondage. Asegúrate de avisar a tu dominante sobre cualquier sensación desagradable en músculos, tendones o ligamentos. Aunque el que se te duerma una mano o los pies no es una emergencia, sí es una buena razón para reajustar el bondage para evitar daños en los nervios —y cualquier atadura que hace daño en el mal sentido debe ser reajustada inmediatamente.

NADIE DEBE SER DEJADO SOLX MIENTRAS ESTÁ ATADX, especialmente cuando es un bondage muy restrictivo o de pie.
El bondage de pie afecta a la circulación sanguínea, especialmente si tu dominante está ocupadx atrayendo el riego hacia tu mitad inferior y no hay suficiente para tu cabeza. Avisa a tu dominante si empiezas a notarte mareadx o con nauseas.

Usa muñequeras acolchadas cuando aten separados tus brazos, de manera que si todo el peso descansa de repente en ellos no se rompe tu muñeca o se disloca un hombro.
No permitas que aten cualquier parte vulnerable de tu cuerpo, como tu cuello o tus genitales, a un punto fijo como una anilla en la pared, a no ser que el resto de tu cuerpo tenga un apoyo suficiente para protegerlos en caso de que caigas.

Muchxs tops prefieren añadir "panic snaps" cuando hacen bondage de pie, de manera que no tengan que levantar el peso de sus sumisxs si se desmayan. O añadir un cabestrante, para poder ser bajadx poco a poco al suelo.
El desmayo también es común cuando termina la sesión y puedes bajar los brazos, así que sé especialmente cuidadosx en ese momento.

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